Tomadas a mano alzada a pesar de lo avanzado de la tarde-noche, habría necesitado usar el trípode para poder ganar nitidez a la imagen pero es que no tenía tiempo. El momento más intenso de la tormenta que todavía no llegaba a las inmediaciones de Huéscar, se estaba dando delante de mí y no quería perderme un instante a sabiendas que en cuestión de segundos iba a llegar toda la fuerza desatada de la misma sobre el pueblo. Y en el desarrollo del espectáculo llegó el resplandor cegador del relámpago en el interior de la nube. No le sucedió lo mismo a la cámara que en ese instante apuntaba su ojo con el sensor atento a recoger el último acto del día y que servía de colofón a los preparativos que se habían sucedido a lo largo de seis largas y productivas horas. Toda una instantánea que se preparó toda la tarde y que tuve la suerte de registrar para que podáis disfrutarla también vosotros.
2 comentarios:
Cada vez que entro a tu blog me impresiono, Enhorabuena por tu trabajo, tus fotos...
Muchas gracias, no sabes lo que disfruto haciéndolas... y luego nuestro entorno tan diverso, tan prolífico en temas, tan cercano...
Saludos.
Jesús Claudio.
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