Hasta aquí me cayeron algunos aguaceros de poca importancia. Creo que estuve en el lugar con menor precipitación, así que eso me permitía estar con la cámara fuera del coche y mojarme lo justo. De cuando en cuando el rugido de los truenos me ponía los pelos de punta -los pocos que me quedan-, pero... salvo alguna que otra vez que tuve que salir corriendo "c..." de miedo pasé el apuro disfrutando de todo el despliegue atmosférico.
Lo más curioso observado: la evolución de la tormenta que venía de dar leña desde el suroeste, llevaba la intención de pasar de lleno por Galera, pero las nubes de tormenta que fueron evolucionando desde las sierras del Periate, de Orce y de María, actuaron como un imán y fueron desplazando la trayectoria hacia el Este. Después de sobrepasado el pueblo de Orce, la tormenta retomó la dirección inicial para seguir hacia el noreste, después de recargarse de fuerza con las nubes que habían evolucionado en estas últimas sierras. Creo que ya os he apuntado en otros comentarios la suerte de algunas tormentas que, con los vientos que se forman a su paso, pueden hacer cambiar totalmente la dirección inicial, y que no pocas veces hacen giros completos de 360º antes de perder toda la energía que las produce.
P.D. Lo he comentado muchas veces con otros observadores -gente del campo que vivían en los cortijos, pastores, etc...-, y que según por donde se acerca la tormenta te adivinan perfectamente su evolución. Además he tenido la fortuna de comprobarlo a su lado, pues ya han sido unas cuantas las veces en que me he refugiado en sus casas.
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