Aquí al lado mismo de casa tenemos este magnífico enclave de la Sierra de Jurena, Jubrena o Maitena. Con estas denominaciones se puede hablar de estas montañas que tienen su punto culminante en el Cerrón con sus 1.571 m. Los accesos a las diversas cumbres no son fáciles, apenas hay algún que otro sendero que el tiempo casi ha olvidado y que puede adivinarse conforme lo vas descubriendo. Pero sobre todo lo que más valoro de estas laderas son los magníficos encinares que en las zonas más altas se mantienen prácticamente inalterados y que constituyen una barrera casi infranqueable. Otras comunidades de plantas típicas de la vegetación mediterránea pueden encontrarse en este hábitat. Y bueno... las vistas desde lo más alto...
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