A los pocos días de la riada que os he documentado no hace mucho, me encontré con que en la misma confluencia del río Barbata con el que viene de Orce, en carrizales que crecen abundantes en este punto, se podía observar cómo aparecían tumbados por el efecto de un caudal más fuerte del habitual. Hasta aquí, y todavía más, los efectos de la tormenta caída sobre la cabecera del valle, se hacían notar.
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