Y cuando el día ya avanza a pasos agigantados, se iluminan los Campos, por delante de la figura mayestática de la Sierra de las Empanadas y de otro coloso, el Cerro de la Carrasca. El madrugón nos servirá para llegar al inicio de la ruta con unas temperaturas agradables. Esperamos que a media mañana el calor no nos obligue a retirarnos si no encontramos algún lugar en donde pasar el grueso de las altas temperaturas del medio día.
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