Y es que, a pesar de que la primavera ha sido generosa en precipitaciones, la recarga principal de los manantiales que sirven de fuentes en el valle, es en forma de nieve durante el invierno, allá por los altos de la Sierra Guillimona, y éste, la verdad, no ha sido un buen año de nieves. No obstante es un buen reclamo para echar una escapada al valle más fresco, y con innumerables atractivos, del entorno.
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