A primera hora de la mañana del domingo pasábamos por aquí con la bici, con unas rachas de viento que podían con nosotros. Lo peor, sin duda, es que venía tan frío que me traspasaba la chaquetilla. Podía haber sido mejor, pero al viento helado buena cara; así que chupando rueda cuando tocaba tirar del grupo, y a buen recaudo con lo bueno, llegamos a casa con un cutis terso y sin arrugas. Lo recomiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario