Rosas. Una rosa en noviembre.

Así es: una rosa en noviembre. Así ha lucido en medio de las ramas del granado. Al perder las hojas éste, ha dejado que el sol llegue hasta un capullo del rosal que había crecido en la sombra. Ha ido creciendo hasta llegar a casi los tres metros de altura. Lleva unos días abierta pero luce como si se tratara de plena primavera. No os extrañe, el otoño se alarga con unas temperaturas que son demasiado benignas para esta época. La podemos disfrutar en mi casa desde el interior, mientras estamos sentados en el sofá. Va dedicada a todos los que visitáis estas páginas.