También debería verse la mía, pero este árbol, un nogal, tenía suficiente talla como para poder ocultarme detrás de su tronco. En apariencia parece que éste es enorme, y la escala del cortijo despista un poco pero, a estas horas, cuando el sol está tan bajo el horizonte, las figuras que proyectan su sombra parecen gigantes, como es el caso. El efecto, no obstante, es singular al menos y por eso os lo traigo aquí. Por cierto, también era una buena tarde para dar un paseo por los alrededores sin tener que coger ningún vehículo.
2 comentarios:
Don Jesús, ya dice el refrán eso de que: "El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija".
FELIZ NAVIDAD.
Gracias Señor, igualmente le deseo Feliz Navidad a Vd. y los suyos.
Hay muchos "árboles", tan enormes como este en nuestra vida, y hay que agradecerles su generosidad infinita, y por supuesto tener la suerte de encontrarlos.
Muchas gracias por su comentario.
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