jueves, 8 de junio de 2006

aparecen flores secas en los bordes del camino

Con la primavera avanzada aparecen muchas flores secas junto a los caminos y en los bordes de los campos cultivados, en los taludes del olivar y en los lugares en donde abandonadas a su suerte prosperan toda clase de plantas silvestres que con sus galas convierten el campo en un jardín viviente.

Una y otra vez en cada salida, en cada paseo, por corto que pueda hacerse, siempre hay algo que nos llama la atención. Por esto mismo la cámara fotográfica se me hace imprescindible en la mayor parte del tiempo. Basta un pequeño rincón para que aparezca con todo su esplendor una naturaleza exuberante en todas las acepciones de la palabra, espléndida, delicada, magnífica, minuciosamente primorosa. Total que pueden irse anotando calificativos para conformar uno a uno cada detalle de la flor, la profundidad de un paisaje, el verde de las hojas después de la lluvia, el suave vaivén de la brisa que mueve caprichosamente el tallo de la hierba que se ha secado, el cambio de las estaciones en el color del cielo, las nubes irrepetibles, la fuerza de los elementos...

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