Parecía que la mañana iba a terminar en una tormenta pero al final las nubes terminaron separándose. El cielo que quedó era magnífico para recoger panorámicas como estas, aunque a veces la sombras provocadas por las nubes suavizaban la luz intensa de los días de un mes de mayo que a todas luces -valga la redundancia- será glorioso. Ya veréis. Y yo espero mostrároslo.
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