Los diferentes minerales disueltos en el agua sulfurosa han provocado las coloraciones de las hojas y plantas que se ven sumergidas en ésta. Destaca el color blanco que se corresponde con una disolución mayor de azufre. Resultan muy llamativos y dan qué pensar acerca de la supuesta "salubridad" de esta fuente y de sus cualidades terapéuticas, que se dicen que tiene-. La verdad es que tanto el olor nauseabundo, de huevos podridos, como estos colores, no son, aparentemente, indicativos de los virtudes que tienen estos manantiales. De vez en cuando he visto a alguien coger agua en un bidón y llevárselo, pero nunca se me ha ocurrido preguntarle por el uso al que la destinan.
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