Es conocido que esta plaga forestal está proliferando en múltiples espacios naturales en los que los pinares mediterráneos se están viendo afectados de manera muy amplia. Si embargo, cuando se dan, como en estos días pasados, temperaturas más bajas de lo habitual, este insecto parece no tener suficiente defensa y mueren muchos de éstos que se encuentran todavía en las bolsas que cuelgan de las ramas de los pinos. No nos vienen mal pues los fríos intensos para controlar y si fuera posible erradicar esta plaga que acaba con nuestros pinos defoliándolos e impidiendo por tanto su crecimiento y que a veces incluso puede acabar con el propio árbol.
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