sábado, 20 de octubre de 2012

Desertificación y desertización. Erosión fluvial y carrizales en los Llanos de Gálvez. Galera.



Hace ya unos años, en 1997, mi amigo Jesús María García de Galera, con una fotografía de este paraje, ganó el concurso de fotografía "Día Mundial del Medioambiente", con el tema de la "Desertificación". El tema venía a recordar los trabajos que se realizan para que la desertización no avance en áreas subdesérticas como las que solemos encontrar en el sureste español. En aquella ocasión yo también presentaba una imagen de este lugar, además de otros lugares también de este entorno en donde se apreciaba también esa lucha contra la desertización. Para Jesús Mª aquel premio supuso una cantidad, nada despreciable, entorno a las 250.000 pesetas, además de la realización del cartel correspondiente a esta efeméride que cada año se celebra el día 5 de junio. Yo obtuve el reconocimiento de finalista, sin ninguna dotación, aunque, días más tarde, me solicitaron la autorización para utilizar mi fotografía en el cartel de un congreso sobre el tema que se celebró aquel mismo verano en la ciudad de Almería. Pregunté por si tendría algún tipo de emolumento por el uso de la imagen y me dijeron que sólo querían mi colaboración, y que en todo caso si no estaba de acuerdo que no pasaba nada... El caso es que acepté en ceder aquella imagen y hasta hoy. 

Me gustaría decir aquí, a propósito de lo que os cuento, que en algo habría de notarse que los procesos erosivos han detenido su avance, pero no creo que se haya notado en nada. Nada ha cambiado desde entonces, y en todo caso ha empeorado la situación pues son muchas las tierras que se cultivaban y que han dejado de hacerlo por falta de personal, rentabilidad, condiciones bioclimáticas, y un largo etcétera. El área que se extiende junto al río Barbata, en su parte sur y que aparece aquí al fondo, se había repoblado de pinos para controlar a su vez los procesos erosivos; éstos probablemente con el tiempo se contendrán cuando haya crecido el pinar que haga que se controle la erosión producida por efectos de la lluvia. De momento, la apertura de todos aquellos agujeros necesarios para plantar los pimpollos, hicieron un daño que seguramente tardará en compensarse hasta que el suelo aparezca cubierto con la capa arbórea necesaria para que se retenga el agua y ésta no caiga directamente sobre un suelo desprotegido.

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