miércoles, 25 de septiembre de 2013

Una balsa en el embalse de San Clemente. Restos del antiguo Cortijo del Roble, ya desaparecido. Huéscar.



Curiosamente llegamos a este lugar en los días en que el nivel del embalse estaba unos centímetros por debajo del de la balsa; el oleaje exterior, al romper sobre los muros, mantenía el nivel del agua en la misma. Una inscripción que dice "Mayo 76" da idea de su construcción o al menos de una reparación. Por la situación podría formar parte del Cortijo del Roble, que recibía esta denominación por el enorme quejigo que crecía por debajo del mismo. Acerca de este ejemplar, con un perímetro del tronco de casi 1 metro, hace ya algunos años encontré algunos trozos cortados del mismo, pero ya olvidé dónde -con gran pesar, por cierto-. Ya lo único probable que quede de este árbol es el recuerdo de quienes estuvimos bajo su enorme dosel y algunas fotos; de ambas fui bendecido con mis hijos, entonces muy pequeños.

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