Son inumerables los aportes que recibe el río Castril, que hacen aumentar considerablemente su caudal. Todos ellos desaparecen en cuanto la climatología se normaliza y la nieve desaparece de las cumbres que rodean este Parque Natural. Pero no es difícil verlos conforme hacemos el recorrido por el camino que va paralelo al río y que sube por todo el valle. Algunos son realmente excepcionales como el del Barranco del Charcón [foto tercera, comenzando desde arriba]. Los del paraje del Sotillo y del Barranco de las Canalejas son más habituales, aunque en esta ocasión resultan muy superiores a lo que suele ser normal. Son las "paradas de rigor" para el que decide recorrer este espacio protegido, y resultan muy asequibles pues los encontramos cruzando sus caudales el camino de tierra por el que visitamos el Parque.Solamente quiero haceros una advertencia, y es que antes de cruzar por los vados de estos barrancos, conviene ser precavido y ver si podemos tener alguna incidencia, tanto si lo hacemos andando o en vehículo.
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