miércoles, 5 de febrero de 2014

Olmos con grafiosis en la Cañada de Fuenteamarga. Galera.



Os he querido traer estas imágenes de este grupo de olmos que poco a poco la grafiosis ha ido acabando con sus vidas y ahora son unos esqueletos de madera reseca que aparecen en medio de la cañada. He tenido la suerte de conocerlos desde hace muchos años, aquellos en que mostraban toda su lozanía, y que constituían la única sombra bajo la que cobijarse en las tardes de verano que pasaba con la bici por aquí. Ya sólo queda un ejemplar que sobrevive y que también se encuentra afectado de esta enfermedad que ha acabado con millones de ejemplares en toda Europa, y precisamente en el momento de esta imagen aparecía con las flores, muy curiosas, que son los primeros síntomas de que el proceso vegetativo se reactiva tras el invierno. Hasta hace pocos años se utilizaban como sestero para el ganado contra los rigores del verano y, por su cercanía al agua, existe un manantial a su lado, era un pequeño oasis en medio de la estepa. Es penoso ver como año tras año se secan estos árboles que en otra época se valoraban tanto y que guardaban relación directa con la vida en el campo. Definitivamente estamos condenados a una desertización por la inoperancia.

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