lunes, 14 de abril de 2014

Cerrojos en la montaña y atardecer.

Probablemente éste "cerrojo" sea lo menos malo que he podido encontrar para acceder a algunas fincas valladas de nuestras sierras. El sistema no puede ser más efectivo, mantiene la ganadería dentro del recinto y permite a los que andamos por estos andurriales acceder sin problemas por estos caminos. Bueno, eso sí, entrando y saliendo después de dejar las cosas como están. 
Han proliferado las vallas por todos los lados, algunas con tan mala idea que se han cortado caminos que siempre he creído públicos, y de uso inmemorial. Al parecer nada se puede hacer ante el abuso de los que han tomado para sí estas rutas que se usaron para desplazarse por nuestros montes desde toda la vida. No se puede denunciar porque simplemente no sirve de nada. Casi es mejor congraciarse con estos abusos  e intentar que al menos no nos pongan candados o vallas insalvables, de momento. Todavía recuerdo itinerarios, de bici y andando, de cuando el campo era de todos, por supuesto con todo el respeto por lo privado. Nunca tuve problemas en atravesar, pero después nos han metido a todos en el mismo saco y ya no vale nada. Es el precio que tenemos que pagar por culpa de los energúmenos, de un lado y de otro, que no quieren dejar nada sin acotar.




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