miércoles, 28 de mayo de 2014

Amanecer.


Todavía no ha salido el sol cuyo resplandor puedo ir observando en esta mañana. Una ladera que se halla desprovista de cualquier otro tipo de vegetación que no sea la herbácea o a lo sumo de algún matorral rastrero, cubre los primeros rayos que ya iluminan las cumbres que sobrepasan los 1800 metros de esta. Hace frío y aunque ya estoy vestido de verano y camino con el polar cerrado completamente, estoy deseando que algún rayo de sol se cuele y poder calentarme un poco. No ha sido cómodo el suelo para dormir pero vale la pena adelantar varias horas para llegar a nuestro objetivo con las primeras luces de la mañana; y de otra forma no sería posible.

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