lunes, 3 de abril de 2006

REVENTÓN del RIO CASTRIL 1ª parte

El sábado, 25 de marzo, el club de montaña Peñón del Toro había programado una excursión por el Barranco de la Magdalena en el Parque Natural de la Sierra de Castril. En el punto de encuentro de la Casa de la Juventud de Huéscar nos citamos y partimos en torno a las 9 de la mañana para la actividad programada. Salimos de Huéscar con una espesa niebla que nos fue acompañando hasta sobrepasar la atalaya de Ferrer, junto al campo de Valentín. A partir de aquí lucía un espléndido sol. Todavía se veían algunas manchas de nieve sobre las laderas de Sierra Seca. A un lado y otro de la carretera aparecían los inmensos almendrales pintados de blanco. Entramos al Parque Natural por el llano de Tubos e iniciamos el descenso hasta el Río Castril. La sorpresa nuestra fue cuando pasamos junto a las nuevas rampas construídas en el Río Castril para facilitar la subida exclusiva de la trucha al propio río. El tremendo caudal que llevaba se saltaba todas las represas de la nueva construcción y aparecía como un temible rápido. La crecida era lo suficientemente atractiva como para variar los planes iniciales y cambiarlos por una visita a los diferentes barrancos que constituyen la cuenca del río Castril. Continuamos el ascenso por el camino que sube paralelo al cauce y al cruzarlo sobre el puente de Las Tabernillas comprobamos que la crecida del río era bastante importante; además el agua bajaba algo turbia, lo que indicaba que la crecida estaba aún reciente. Conforme íbamos subiendo observábamos la gran cantidad de agua y al llegar al Charco del Ahogado la visión fue definitiva: la gran roca que hay en él sobresalía del agua apenas un metro. Aquí el agua pasaba como si nada hubiera en el lecho del cauce; normalmente después del pozo hay un pequeño desnivel de 70 centímetros aproximadamente que el río salva excavando en el cauce de la orilla contraria a donde pasa el camino. Hoy no se apreciaba ni el más leve remolino, el agua discurría sin obstáculo alguno. Seguimos hasta el ensanche del puente de Pino Hermoso en donde dejamos los dos coches que llevábamos. Aquí ya propuse el cambio de itinerario para recorrer los nacimientos y así se hizo: dejamos Las Margaritas por un nuevo REVENTÓN del río CASTRIL. El fenómeno del Reventón de las fuentes es algo que habitualmente se repite casi todos los años; unos con más fuerza que otros. Todo depende de la cantidad de nieve o lluvia caída durante el año. Todo el proceso tiene que ver con el tipo de terreno que se encuentra en esta parte de Andalucía: macizos calizos que presentan un acusado modelado kárstico en donde la mayor parte de las precipitaciones se filtran gracias a la gran facilidad que encuentra el agua en los terrenos de naturaleza calcárea. Esto hace que haya gran abundancia de surgencias pues se puede retener muchísima agua; hay que recordar que de esta zona nacen los ríos Guadalquivir, Guadiana Menor y Segura. Pues bien, si, una vez que el acuífero se encuentra saturado por las precipitaciones de nieve y agua, con los caudales de los ríos crecidos desde sus nacimientos y de otras fuentes, comienza a soplar un fuerte viento del oeste, el proceso del vaciado del acuífero se acentúa enormemente con la consiguiente recrecida de los caudales; incluso fuentes que normalmente no tienen agua comienzan a manar con gran abundancia. Es lo que por aquí se conoce como el reventón de las fuentes.
La experiencia popular de muchos años también ha derivado en el refrán que dice: el viento de poniente revienta las fuentes. Se habla de que el viento llega a colarse en el interior de los macizos calcáreos y que "empuja", literalmente, al agua, obligándola a salir al exterior a través de las fuentes. El caso es que se trata de un fenómeno que no se circunscribe a este río sino que se reproduce en toda la comarca: se pueden observar en los ríos Guadalentín, Castril, Guardal, que conforman el Guadiana Menor, y el Segura. Fuera de esta comarca el río Mundo, en la provincia de Albacete, experimenta este singular acontecimiento, y seguramente en otros más. En las fuentes principales de los ríos que se mencionan el "reventón" provoca un aumento considerable de la surgencia y en el caso concreto del nacimiento del río Castril o del Guardal, el agua se vierte desde fuentes que se sitúan a un nivel más alto del habitual y que en otras épocas del año permanecen completamente secas. La Fuente Alta, nacimiento del Guardal, es especialmente atractiva, aunque casi todos los nacimientos presentan una singularidad que se aconseja visitar en cualquier época del año.
La primera de las visitas la hacemos al Barranco de la Magdalena, por el sendero señalizado por el Parque Natural. Sin cruzar el puente de Pino Hermoso tomamos el camino que sale por la izquierda en ascenso. Enseguida un hito de madera nos muestra la senda que nos llevará hasta la Cascada de la Magdalena que vamos a visitar. El recorrido no tiene apenas dificultad y con algunos puntos en donde podemos admirar excelentes panorámicas. La llegada a la cascada se hace muy atractiva pues el agua se despeña a través de un tajo que se abierto en unos paredones extraplomadas de varios cientos de metros y que se ve desde cierta distancia. A medida que nos acercamos, el conjunto nos muestra la grandiosidad del enclave. Bajo la cascada se continúa una vereda que nos llevaría a ascender sobre el barranco, pero para cruzar debemos esperar a que el nivel del agua vuelva a su nivel habitual. Lo dejamos para otra ocasión.

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