lunes, 22 de mayo de 2006

Excursión a Sierra Seca -20 de mayo 2006- 2ª parte. Laguna.

Se continuó la visita hacia la zona de la playa, pero yo, aprovechando que los piornos de crucecitas, otra variedad del piornal pero con tallos espinosos en forma de cruz, o más bien estrellada, estaban también en plena floración, me decidí a subir por la ladera norte para fotografiarlos y buscar también alguna toma general con la laguna y una parte de la depresión. Las flores de un amarillo intenso enmarcaban de forma espléndida las panorámicas que pude llevarme desde aquel punto de vista inédito para mi portafolio. De vuelta el resto del grupo me uní a ellos y continuamos de nuevo por el camino del Tornajuelo, hasta que lo dejamos unos centenares de metros antes de encontrarnos con el camino del petroleo que sube del cortijo de los Cánovas, casi setecientos metros más abajo. Iniciamos desde aquí el regreso justo por debajo del último resalte rocoso con el que se corona la ladera este de Sierra Seca. Es por esta zona por donde se pueden observar los últimos restos de las nevadas del invierno pues se forman algunos ventisqueros que suelen mantenerse durante bastante tiempo después -antes incluso meses-, pues se llegan a acumular cortes que pueden superar con creces los tres y cuatro metros. Estas zonas aparecen desde la carretera -hay una considerable distancia- como grandes manchas blanquecinas cuando ya ha desaparecido la nieve que los cubría. Esto es debido a que desde siempre los ventisqueros que todos los años se formaban impedían que crecieran plantas y es por lo que aparecen completamente descubiertos de vegetación.

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