Me levanté temprano pues tan sólo quería estar fuera de casa hasta el mediodía. A pesar del aviso que puse aquí, nadie se puso en contacto conmigo así que lo tenía bastante fácil para elegir ruta. Al pasar por la Ermita de la Virgen de la Cabeza ya me dí cuenta que la calima iría a más durante el resto del día. Conclusión: centrarme en una excursión para hacer fotos en las que el paisaje dificilmente podría salir bien.
Comencé junto a los magníficos campos de cebada y a unas cunetas que aparecían preñadas de multitud de flores silvestres: balance de blancos, macro, nitidez, contrastes altos, etc... y ¡al ataque!.
La Sagra sobresalía en medio de Campofique envuelta en una atmósfera en la que no se podían distinguir ningún detalle de sus laderas. Sólo su magnífico perfil, suavizado con un cielo igualmente velado, podía servir de fondo para otros encuadres más cercanos que con la luz difusa resultaban gratamente favorecidos.
Seguí más adelante, haciendo algunas paradas, hasta que definitivamente dejé el coche en el cruce de la carretera con el desvío a El Canal. Recogí los "trastos" e inicié la caza fotográfica por el camino que dejando la carretera a la izquierda se dirige al Pantano de San Clemente hasta que llegué tras un millar de paradas. Toda la mañana fue un trajín fotográfico con una luz especialmente preparada para trabajar con las plantas que crecían junto al camino. Fruto de la captura es la composición fotográfica que os pongo arriba. Había tanto que poner que lo he resumido en esas pequeñas joyas. Espero que os gusten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario