

(pinchar sobre la imagen para ampliar)
Salí con la bici e hice la ruta de la Ermita de Las Santas.
Todo el trayecto lo hice en medio de la niebla que aclaró un poco al llegar al área recreativa del Puente de las Tablas. En la ermita los huecos en la niebla eran mayores y dejaban entrar, sin llegar a verse el cielo, una luz más intensa. En el regreso, llegando a Huéscar el cielo se fue abriendo y aparecían nubes más altas.
Hacia el mediodía y mirando hacia la Sierra de Marmolance y Sierra Seca -oeste del pueblo-, aparecieron los primeros síntomas de lo que se estaba preparando -foto izquierda-.
Algo más tarde, por el lado norte, la tormenta se había desarrollado completamente, descargaba toda su potencia en la Sierra de Montilla, e iba desplazándose hacia Huéscar en donde todavía los edificios reflejaban la luz que se colaba en los bordes de la gran nube tormentosa -foto central-.
Conforme avanzó hacia el pueblo la oscuridad fue avanzando también y con ella una gran tromba de agua que caía formando una gran riada -foto derecha-.
Amaneció una mañana con bancos de niebla que envolvían todo. La temperatura era muy agradable, a pesar de que el sol no lucía.
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