viernes, 16 de junio de 2006

Las tormentas del día... otro espectáculo ¡gratis!

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Después de la tempestad vuelve la calma... y después otra vez la tempestad. El ciclo de la vida gira una y otra vez y con él todo lo hace al unísono. El agua que había caído ayer, hoy volvía de nuevo a la atmósfera para volver a precipitarse al suelo. Un ciclo que no tiene fin. Las fotografías muestran otras tormentas que vinieron a sumarse a una inicial que se formó a primera horas de la mañana.
En la tormenta matutina, la evolución había sido tan rápida que no me dió tiempo a fotografiar los primeros movimientos, total que para cuando me di cuenta ya había caído el primer aguacero. Lo que ocurrió a continuación es lo que se ve en las imágenes: Un gran núcleo tormentoso comenzó a asomarse en la dirección de la Sierra de Montilla y La Sagra, formándose tres líneas ascendentes -foto de la derecha- que rápidamente se separaron, evolucionando de formando independiente. De las tres "hermanas" la de la izquierda fue la que propició una nueva tormenta que en pocos minutos comenzó a descargar sobre las sierras indicadas anteriormente, hacia la parte norte de Huéscar, pero que no llegó a mojar más que una pequeña parte de los olivares más cercanos a las laderas del Cerro Perico Ruiz.
Por otro lado, hacia el oeste -la foto de la izquierda- un nuevo núcleo tormentoso de una gran potencia y con una velocidad increible comenzó su ascensión hasta las capas más frías de la atmósfera en donde inmediatamente provocó intensos aguceros que como grandes cortinas se pudieron observar durante un buen rato. Hacia la posición en la que yo estaba para las tomas apenas si llegó alguna pequeña racha de finísima agua que arrastró el viento, pero sin importancia. Sin embargo dejó imágenes de la grandiosidad y magnificencia con la que los núcleos tormentosos nos deleitan cuando están en proceso de evolución.
Fue una tarde excepcional, con varias descargas de la tarjeta de memoria para seguir recogiendo la multitud de instantáneas que se produjeron prácticamente en todas las direcciones, y que culminaron con un crepúsculo excepcional.
Pero esto es para la próxima entrada.

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